Por Mirta Goldstein*
El Festival Internacional de Cine Judío presenta este año el
film: OY VEY, MY SON IS GAY! comedia que toca un tema que no ha sido
abiertamente tratado dentro del judaísmo: la inclusión de los hijos
homosexuales. Muchos de estos hijos suelen ser colocados en el lugar de
"lo otro", de lo extraño no totalmente integrado al seno familiar.
Los motivos para tal actitud son de índole del pudor y la vergüenza, de índole
moral y religiosa, de índole psicológica como la culpa inconsciente; en todos
estos casos son hijos discriminados.
Cuando se conforma una familia no heterosexual, se la
denomina "igualitaria" lo cual puede llegar a resultar
discriminatorio porque recalca la diferencia.
Igualitario no es lo mismo que iguales; iguales son dos
elementos que manteniendo diferencias resultan tener el mismo estatuto ante
algo: por ejemplo la ley, la moral, la cultura, las matemáticas.
Igualitario o diferencial, pone el acento en un rasgo
extrapolado de la complejidad de los sujetos, obviando la multiplicidad de
caracteres y perspectivas de los seres humanos más allá de su elección de pareja.
Me inclino a pensar que las familias siempre son mixturas de
costumbres, de afectos, de experiencias y de elecciones. Siempre son
complejidades con diferencias. La elección homosexual no excluye la mixtura
proveniente de las identificaciones con los progenitores y ancestros, idioma,
religión, raza y nación, que cada ser humano porta en su mapa personal e
histórico.
Aunque en Occidente se den tendencias generales, tales como
el prototipo del matrimonio heterosexual con dos hijos, hoy las familias monoparentales
y homoparentales cuestionan ese modelo como también lo hacen las familias
ortodoxas con muchos hijos. Lo cual revela que no hay un único modelo de
vinculación.
En síntesis, cada ser humano es un semejante con múltiples
características que a la vez construye vínculos con innumerables diferencias.
La inclusión de lo no-habitual en el seno de lo familiar lo
vuelve habitual con el tiempo; la inclusión del otro diferente borra la rareza
que puede sugerir, en principio, y permite la comprensión de lo distinto sin
diferenciaciones discriminatorias.
*: Mirta Goldstein es la ex-Presidente la Asociación Amigos de la Universidad de Haifa, Presidente de la Red de Mujeres Judías Argentinas y Secretaria de Derechos Individuales y Colectivos de la DAIA entre otras funciones que desarrolla
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